Esta perogrullada sobre la bicicleta es algo que muchos se resisten a entender y a aceptar, incluso dentro del propio colectivo ciclista.

Mirando más allá de la bicicleta

Cuando hablamos de la bicicleta todos nos hacemos una imagen de la misma en función de nuestra sensibilidad al respecto, de nuestra experiencia con ella, de nuestros anhelos secretos o de nuestra percepción del entorno.

Todos coincidiremos en su morfología: ruedas, cuadro, manillar, sillín, transmisión y frenos. Pero cuando empezamos a profundizar vemos que detrás de algo material como esto hay mucho más. La parte material de la bicicleta es sólo la punta de la punta de la punta… del iceberg.

El problema es que mucha gente se empeña en ver sólo es punta y un poco más, además de comportarse como si eso fuera el todo ninguneando al resto.

Que nuestros gobernantes y dirigentes hagan esto puede considerarse normal. Pensemos que al desconocimiento del universo de la bicicleta se le han de unir las influencias de sectores como el del automóvil, el de las obras públicas o el de las energéticas, que con fuertes “inversiones” les pueden llegar a nublar la vista y no ver más allá de lo que ven.

Pero este problema también lo podemos detectar dentro de nuestro propio colectivo. El menosprecio entre las diferentes familias ciclistas es muchas veces exasperante, llegándose en algunas ocasiones a no tratarse como iguales. Si la diferencia entre ciclismo urbano y deportivo es grande, que nadie se crea que entre el ciclismo competitivo y el cicloturismo no es menor.

Por eso creo que sería bueno, que por parte de todos nosotros abriéramos un poco nuestra mira, para así ver que la bicicleta es mucho más de lo que nos imaginamos e incluso de lo que vivimos.

La bicicleta es la solución total

Si rascamos sólo un poco sobre lo que realmente nos puede aportar la bicicleta a nosotros y, sobre todo, a la sociedad, nos daremos cuenta que un artilugio centenario como es éste se convierte en la solución a innumerable problemas que aquejan a nuestra sociedad. El estado del bienestar que desde los medios nos venden es falso si lo comparamos con lo que nos puede aportar una simple bicicleta.

Alcanzar este estado del bienestar que nos lleva ofreciendo la bicicleta desde su misma concepción, nos obliga a cambiar buena parte de los paradigmas que rigen nuestro día a día. Puede que sea una filosofía de vida nueva, pero una filosofía plena.

Con este cambio la bicicleta se antoja la solución total a problemas como:

• El concepto de movilidad basado en el transporte privado es insostenible, especialmente en las grandes ciudades. Programas de movilidad basados en transporte público y bicicleta es la solución que en países desarrollados de la UE se están imponiendo. España, país de sol y climatología ideal, aun se niega a esta evidencia creando infraestructuras (autopistas y AVE que nadie utiliza por poner un ejemplo) que van en sentido contrario.
• La contaminación y los residuos que genera una movilidad no basada es términos ambientales es una política altamente cuestionable. Volvemos a la idea de movilidad basada en el transporte público y la bicicleta. Reducir los niveles de contaminación en las ciudades es más fácil de lo que parece. Es un problema de voluntad.
• La bicicleta es salud la mires por donde la mires. Es difícil encontrar un deporte que cuide tanto el cuerpo de sus practicantes. La longevidad es una realidad entre sus usuarios. Pero además, el aumento del uso de la bicicleta se traduce una reducción de la siniestrabilidad. + bicicleta y – coche se sinónimo de menos accidentes. Que tomen nota el RACC y compañía.
• La bicicleta es una actividad transversal. No entiende de edades y la disfrutan lo mismo las clases más acomodadas así las clases más humildes. La bicicleta es un elemento integrador y de cohesión.
• La bicicleta te permite sentirte libre, viajar, disfrutar de la naturaleza y de la compañía, reducir el ritmo frenético que nuestro día a día nos impone.

Bravo por Conbici y compañía

Esta mañana he leído con optimismo, la noticia que nos daba ConBici en relación a la hoja de ruta que desde la Unión Europea se ha impulsado para la promoción del uso de la bicicleta. Una noticia esperanzadora a más no poder.

Como expresaba Juan Merallo, miembro de Pedallibre, “las cosas no pasan por casualidad. La persistente actividad de ConBici y sus grupos acaban dando frutos. Unos frutos callados, poco reconocidos, pero no hemos venido a ponernos medallas, sino a trabajar por el bien común y para que nuestra sociedad sea cada mejor y más justa. Y las bicicletas son una herramienta importante para lograrlo”.

Por fin los resultados del trabajo de unos pocos a lo largo de muchos años empiezan a dar su fruto. Ahora toca que todos nosotros, y repito TODOS NOSOTROS, les secundemos y hagamos presión para que esto sea una realidad. Y como nos insiste Juan “si te gusta que estas cosas estén pasando, no te conformes con dar un «Me gusta», eso a Facebook le parece muy bien, pero para el activismo de la bicicleta no suma. Lo que suma es ponerse a trabajar con los que están logrando esto”.

La bicicleta es la solución total. La bicicleta es el elemento revolucionario que puede cambiar la sociedad que vivimos. Una nueva filosofía está a nuestro alcance. Sólo hace falta que nos lo creamos, nos montemos en nuestra bicicleta y empecemos a pedalear para cambiar el mundo a mejor.