Las pequeñas marchas cicloturistas están en vías de extinción. Las grandes citas no dejan espacio para sobrevivir al cicloturismo de proximidad.

Las grandes marchas cicloturistas arrasan con todo

Detrás de la organización de cualquiera de las marchas cicloturistas que podéis disfrutar a lo largo del año, hay muchas horas de trabajo no reconocido. Esto es una realidad tanto si hablamos de una gran cita como si hablamos de una pequeña marcha.

Hay un dicho popular bastante clarificador: “el dinero no da la felicidad… ¡pero lo que ayuda conseguirla!”. Si esto lo trasladas a las marchas cicloturistas se ven rápidamente las diferencias. Las grandes citas lo acaparan todo: desde el interés de los propios cicloturistas hasta el de los patrocinadores que quieren invertir en el cicloturismo.

Sólo basta con darse una vuelta por cualquiera de las grandes marchas como son la Quebrantahuesos o La Mussara, donde ves que todo se hace a lo grande. El despliegue de medios es impresionante en estos casos, eso salta a la vista aunque no sepas en primera persona lo que implica organizar una marcha.

Estas marchas cicloturistas arrasan con todo. Poner en su feria una carpa donde mostrar productos, en algunos casos supone agotar los presupuestos anuales de promoción de algunas empresas dispuestas a invertir en cicloturismo. Para otras, sólo les sirve estar ahí.

A nivel de los propios cicloturistas más de lo mismo. Muchas veces nos cegamos con ellas. Parece que no hay nada más. Que el mundo se acaba con estas citas, cuando la realidad es bien distinta: hay vida antes y después de ellas.

La supervivencia de cicloturismo de proximidad

Las pequeñas marchas cicloturistas juegan en otra división. Su organización obedece más a la ilusión de personas por hacer un evento cicloturista que vaya más allá de una simple salida dominical de su club que a intereses comerciales.

Las personas que están al frentes de estas marchas cicloturistas son, normalmente, cicloturistas como tu y yo, que a partir de esa ilusión se quitan horas de su vida privada y profesional para meterse de lleno en el berenjenal de organizativo.

La organización de estas marchas cicloturistas son auténticas carreras de supervivencia plagadas de obstáculos a salvar que año tras año, más que desaparecer, parece que se multiplican, tanto a nivel administrativo como de presupuesto.

A nivel administrativo te encuentras con la exigencia de comunicar a todos los estamentos lo que se va a realizar. Empezando por la federación, autoridades de tráfico, municipios por los que se pasa, hasta llegar a tu propia localidad.

A nivel económico, aunque se juega con presupuestos reducidos, en muchas ocasiones cuesta cubrirlos. Gastos como ambulancias, dorsales o avituallamientos pueden ser en muchos casos barreras infranqueables.

Si se buscan patrocinadores olvídate de las grandes marcas. Cuando se pica a sus puertas sólo les falta reírse, aunque vayas con un proyecto serio. Al final te queda sólo el comercio de proximidad que año tras año, sin saber a veces el por qué, acaban de dar su apoyo incondicional después de picar mucha piedra, de explicar hasta la saciedad lo que necesitas y de insistir, insistir o insistir.

Al final de todo el recorrido, muchas de estas marchas cicloturistas sobreviven gracias a pequeñas aportaciones de mucha gente y a acabar poniendo los propios organizadores dinero de su propio bolsillo.

¿Qué pasaría si estas marchas cicloturistas no existieran?

Responder a esta cuestión es desolador. Si no existieran todas estas pequeñas marchas cicloturistas tendríamos un calendario de marchas tremendamente aburrido. Dependeríamos de sorteos para entrar en los cajones de salida de algunas marchas, se perdería esa esencia de cicloturismo de proximidad arraigado al territorio y las diferentes citas que sobrevivieran estarían masificadas.

Así que está en nuestras manos, en la de todos los cicloturistas, mantener vivas todas estas marchas cicloturistas. La inmensa mayoría no quieren llegar a tener miles de inscritos. Con cubrir sus expectativas de participación es más que suficiente. Participaciones que en muchas ocasiones no llegan ni a 200 cicloturistas.

Así que yo os animo a plantearos un calendario en el que estas marchas cicloturistas tengan un valor especial para vosotros, que sean una cita irrenunciable, lo mismo que una QH u otras similares. Porque que el cicloturismo siga vivo depende más de estás pequeñas marchas cicloturistas que de las grandes. Además, si eres de los que piensan que hay alguien que hace negocio con los grandes eventos, en estas pequeñas marchas esta sensación desaparecerá directamente.

Si estás en Cataluña te invito a que te mires las pruebas englobadas dentro de la Challenge Catalana. Marchas con recorridos asequibles y hechas desde el corazón, donde podrás tratar directamente con los organizadores y donde el glamur se codea con el trabajo y el esfuerzo. Siente el cicloturismo de base y apúntate a estos eventos que, aunque más modestos, no tienen desperdicio de sentimiento cicloturista.

Recomendaciones para la segunda parte de la temporada:

13/09/2015  XXV MC VERGE DE RIBERA (La Pobla de Segur – Lleida)

20/09/2015  XXIV MC VILA DE PINEDA (Pineda de Mar-BCN)

27/09/2015  1ª SUBIDA A LA MUSSARA (Riudoms-Tarragona)

04/10/2015  XXVII MC C. DE MOLLET-MEMORIAL PELEGRI PI (Mollet-BCN)

18/10/2015  III MARCHA CICLOTURISTA SOLIDARIA VELO CLUB (L’H-BCN)

Dale al me-gusta y déjame tus comentarios. Desde mi parte ya estoy trabajando y liando a gente para que la marcha solidaria del 18 de octubre sea una realidad. Pero si luego vosotros no asistís a estas marchas cicloturistas, le esfuerzo de mucha gente no habrá servido para nada.

Compartidlo entre vuestros conocidos y demos una alegría a estas pequeñas organizaciones. ¡Por un ciclismo de proximidad!

(Si estás fuera de Cataluña seguro que hay muchas marchas de estas mismas características. ¡apuntaros también!)