La evolución tecnológica afecta a todos los aspectos de nuestra vida. Pero, ¿cómo afectará a la bicicleta del futuro estos avances? ¿Nos gustará?

Evolución continua pero con esencia

Desde que tengo uso de razón, la bicicleta siempre ha sido un elemento que ha estado presente en mi vida y, me atrevería a decir, que en la vida de la inmensa mayoría de los niños.

Más pequeñas o más grandes, de un estilo o de otro, pero en esencia siempre lo mismo: un cuadro, una dirección, ruedas, sistema de transmisión y sistema de frenado. Aunque, lógicamente, desde aquella primera bicicleta de transmisión con cadena que nació en 1885 hasta las de ahora hay todo un mundo de por medio.

La tecnología, de manera continuada e imparable, ha ido moldeando sus líneas, reduciendo su peso, aportando nuevas soluciones técnicas e introduciendo auténticas revoluciones tecnológicas que ahora nos parecen hasta normales. Y todo ello pese a ser un sector, el del ciclismo, bastante inmovilista en general.

El acero dio paso al aluminio. Y éste a su vez parecía que iba a ser desbordado por el titanio… hasta que apareció el carbono. Materiales que se han ido integrando en diferentes partes para ir configurando la bicicleta del futuro para dejarla después, sin darnos cuenta, otra vez en el pasado.

La tecnología ha introducido también conceptos como la ergonomía y la aerodinámica, aspectos muy tenidos en cuenta en la actualidad de cara al rendimiento, incluso en algunos casos por encima del propio peso de la máquina, la auténtica obsesión en mis primeras pedaladas.

Pero en esencia, puedo afirmar que, pese a la tecnología y la democratización de sus soluciones, la esencia se ha mantenido prácticamente intacta. Pero, ¿cómo evolucionará la bicicleta del futuro? ¿Mantendrá la esencia de este deporte?

La evolución a la bicicleta del futuro

Con la perspectiva del tiempo, es evidente que la evolución de las bicicletas en estos últimos 30 años ha sido vertiginosa. Me atrevería a decir que en este tiempo la bicicleta ha evolucionado infinitamente más que en los 100 años anteriores.

Peso, aerodinámica, prestaciones, complementos,… todo un mundo que marca la diferencia entre pasado y futuro. Una evolución que hace que lo que hoy es la bicicleta del futuro mañana es la del pasado y casi retro.

¿Cómo evolucionará la bicicleta del futuro? No tengo información privilegiada, pero uno es un poco chafardero y, además, me gusta poner imaginación a mi entorno. Así que os dejo aquí algunas intuiciones, al menos 5, de por dónde creo que irán los tiros en el futuro.

1. Materiales revolucionarios.

Aunque a fecha de hoy parece que el carbono es la panacea, veo que este quedará desbancado por el grafeno, un material novedoso en pleno desarrollo. Este material permitirá bajar la báscula de un cuadro hasta los 400 gr, dando, al menos, las mismas prestaciones que el carbono. Además aportará dos extras tremendamente innovadores: se puede regenerar de manera natural ante «lesiones» y es conductor eléctrico (este aspecto será realmente atractivo por lo que diré después). Os adjunto un interesante artículo de TODO MOUNTAIN BIKE sobre este punto.

2. Frenos de disco.

Pese a todo, los frenos de disco serán el futuro. La apuesta de la industria en este aspecto es clara. Este sistema de frenado es imparable. Y si le sumamos lo que supondrá el siguiente punto, os puedo asegurar, que es irremediable su implantación definitiva.

3. Electrónica.

Aunque parezca ciencia ficción la realidad es que la electrónica ha llegado al ciclismo. De momento sólo vemos la punta del iceberg, pero mi intuición me dice que transformará la bicicleta del futuro. Tenemos ya los cambios electrónicos, ¡sólo es el primer paso! Pero detrás vendrá todo lo demás. Los frenos hidráulicos se accionarán también electrónicamente y, unido al grafeno, permitirá accionar todo sin necesidad de cableados. La batería eléctrica irá incorporada de serie para dar servicio a cambios, frenos, gps, luces, móviles y otras muchas cosas como lo que indico en el siguiente punto.

4. Transmisión.

Este puede que sea el punto de una bicicleta que menos ha cambiado. La cadena ha sabido adaptarse a las novedades, pero manteniendo su esencia. Pero la electrónica no creo que le permita más adaptaciones. Los superconductores y otras alternativas cambiarán irremediablemente esta parte de la bicicleta. Hasta los perseguidos motores eléctricos incorporados serán algo hasta normal. Inquietante… ¿verdad?

5. Neumáticos macizos.

Junto con la cadena, los neumáticos eran otra de esas partes de la bicicleta que se mantenían casi inalterados. Se han ido adaptando con nuevos materiales pero poca cosa más. la bicicleta del futuro tendrá neumáticos macizos con prestaciones infinitamente mejores que los actuales. Adiós a los pinchazos.

Para un amante de las bicicletas clásicas como soy yo, esta evolución de la industria que nos lleva a la bicicleta del futuro me da algo de miedo, especialmente en lo que a la inclusión de la electrónica se refiere.

La mejora de las prestaciones la veo en positivo, pero con algo de recelo en lo que hace referencia a la posible pérdida de la esencia misma de lo que es la bicicleta y lo que nos aporta de valores como el esfuerzo, la constancia y la dedicación. Habrá polémica asegurada.

Yo de momento me quedo con lo que tengo. Una bicicleta de carbono, pero todo de accionamiento mecánico y tradicional. ¿Seré una resistencia al cambio?

Y tu, ¿cómo ves la bicicleta del futuro?

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NA Fotos propias, Kris Moya Studio, Peugeot, Opel, Audi y Nuseti