Aunque llevamos ya tres semanas de primavera, esta semana ya podemos empezar a disfrutarla de verdad. Nuestras rutas en bicicleta recuperan alicientes perdidos.
Primavera, por Carlos Santana
Primavera, música, rutas en bicicleta… sensaciones a flor de piel.
Lluvia de sol
Como una bendición
La vida renace con su luz
La primavera ya llegó.
Todo es así
Regreso a la raíz
Tiempo de inquieta juventud
En primavera ya.
La tierra negra se vuelve verde
Y las montañas y el desierto
Un bello jardín.
Como la semilla
Lleva nueva vida
Hay en esta primavera una nueva era.
En el aire de este nuevo universo
Hoy se respira libertad
En primavera ya.
La tierra negra se vuelve verde
Y las montañas y el desierto
Un bello jardín.
Como la semilla
Lleva nueva vida
Hay en esta primavera una nueva era.
Descubriendo las rutas en bicicleta de todos los días
Y es que la primavera tiene eso, que hace que nuestro entorno cambie de un día para otro. Los aromas y los colores aparecen como algo novedoso, y es que ya lo dice Carlos Santana cuando expresa como se transforman en un bello jardín las montañas y el desierto.
Los que vivís lejos de las grandes urbes como son Barcelona, Madrid o Valencia, tenéis una suerte increíble. Sois unos privilegiados. Pero los que tenemos que atravesar auténticos desiertos urbanos de asfalto y hormigón, en muchas ocasiones nos inmunizamos ante estos cambios.
En nuestras rutas en bicicleta habituales a veces sólo hay lugar para la planificación de entrenamientos y rendimiento. Pero en primavera hay que parar un poco. Hay que dejar que el espíritu se oxigene también. Disfrutar de los cambios que la naturaleza nos ofrece es algo ante lo que no podemos quedarnos impasibles.
Yo vivo y entreno en el Baix Llobregat, en las proximidades de una ciudad como es Barcelona. En febrero ya llegan los primeros cambios. Y es que a veces la naturaleza nos sorprende arrebatándole espacios a la civilización. Los almendros en flor son todo un espectáculo vayas por donde vayas. Es el primer indicativo de que algo va cambiando después de un tedioso invierno.
Marzo aun nos depara algún coletazo invernal, pero la entrada astronómica de la primavera hace que nuestro ánimo cambie. Miramos el armario y vamos ya locos por desempolvar la ropa de corto, aunque aun somos conscientes que aquí aun faltan algunas semanas para lucir esas piernas liberadas de la lycra, de empezar a ganarnos ese distintivo de moreno ciclista que son nuestras marcas de guerra en piernas y brazos.
Abril nos hace descubrir de nuevo nuestras rutas en bicicleta habituales
Pero es en abril donde la primavera explota de forma irremediable, al menos en mi latitud. Se que por el sur de España esto ya es agua pasada, pero por aquí es toda una delicia notar como la temperatura empieza a estabilizarse alrededor de los 20º.
Mis rutas en bicicleta habituales empiezan a ser diferentes. Los árboles ya despuntan. Y aunque aun no deseas que la sombra te oculte el sol, ¡bendita caricia la de estos rayos primaverales!, ves que su vestido poco a poco gana en espesura. Ya llegarán los días en que tocará disfrutarlos, en que iremos en su busca.
Ahora en abril el verde es más verde, aparecen nuevos colores fruto de la floración y los aromas primaverales te envuelven sin darte cuenta. Las carreteras parecen que suben menos, y es que el ánimo hace que cada una de nuestras pedaladas la hagamos con energías renovadas. Duelen menos las piernas, nuestras recuperaciones son más rápidas (o al menos eso creemos) y nuestra ansiedad por salir a rodar no tiene límites.
Pera paremos un poco y miremos y disfrutemos de nuestro entorno. La bicicleta nos permite alejarnos de la civilización más despiadada con la naturaleza. Abramos nuestro espíritu a la nueva estación y dejemos por un instante que el tiempo pase, que el sol nos bañe con mansedumbre, que el viento nos acaricie y que nuestras pilas se carguen con tranquilidad.
Como la semilla
Lleva nueva vida
Hay en esta primavera una nueva era.
En el aire de este nuevo universo
Hoy se respira libertad
En primavera ya.
La tierra negra se vuelve verde
Y las montañas y el desierto
Un bello jardín.
Los retos y objetivos están ahí, pero hasta que lleguen… hoy voy a disfrutar de mis rutas en bicicleta habituales como si de algo nuevo fuera. Te invito a probarlo, no te decepcionará.