Las marchas de ciclismo clásico tienen mucho de nostálgico. Pero la Cavall dAcer ha buscado pasar a la épica con una apuesta de muy alto nivel.
Antes de nada, quiero dedicar esta entrada a Manolo (también conocido como El Mago, Ciclis Ninja,…) que en estos momentos se está recuperando de una fuerte caída.
Manolo, desde el principio, ha creído ciegamente en esta propuesta de ciclismo clásico. Su amor por la bicicleta y por el ciclismo clásico nos hizo embarcarnos en esta apasionante aventura a Dani y a un servidor. Una aventura de ciclismo de otra época pero de un nivel fuera de lo común.
¿Quieres enamorarte de otra manera de entender el ciclismo? Aquí tienes un ejemplo digno de campeones y apasionados del ciclismo.
Cavall dAcer 200 km, una propuesta muy ambiciosa
Cuando Manolo nos animó a embarcarnos en esta aventura, desde un principio, al menos yo, sabía que estaba ante un recorrido espectacular y de muy alto nivel. Una apuesta tremendamente ambiciosa donde el reto deportivo se teñía de ciclismo nostálgico.
Esta segunda edición de la Cavall dAcer apostaba por tres recorridos: uno de 65 km, otro de 90 km y la propuesta estrella de 200 km, de la cual os doy unas pinceladas ya que fue la opción en la que nos embarcamos.
Con salida y llegada en el Cirucit de Catalunya, este 200 (más próximo al concepto actual de brevet que de marcha cicloturista), proponía realizar las ascensiones a la Conrería, La Vallesana, Torre Baró, Forat del Vent, Tibidabo, Ullastrell, Collbató, Coll del Bruc, llegar al Monasterio de Montserrat y acabar con las Estenalles desde Sant Vicenç de Castellet.
En total más de 200 km y más de 4.000 m de desnivel positivo acumulado.
A simple vista, tengo que reconocer, la ruta ya era toda una declaración de intenciones ya sobre el papel y todo un reto deportivo de primer nivel. Pero si a eso le sumas que se hacía con bicicletas clásicas y le sumas los interminables kilómetros de sterratto que se atravesaban, la propuesta era una auténtica propuesta de ciclismo de aventura con tintes de épica adornados con esa patina especial que da el ciclismo clásico.
En línea de salida nos dimos cita 8 aventureros (locos dirían algunos) dispuestos a emular aquellos ciclistas de antaño, que a ojos del ciclismo actual también se les podía catalogar de “locos”.
Y visto el recorrido, los eslóganes que anunciaba la organización de #AceroDelBueno y #PedaleaYcalla se ajustaban al dedillo a todo lo que íbamos a vivir los allí presentes.
Una Cavall dAcer para recordar
Los que salimos desde el Circuit para completar el recorrido de 200 km de esta 2ª edición de la Cavall dAcer, lo hicimos con el convencimiento de que íbamos a materializar un sueño de un visionario como es Miquel de Espai Bici Barcelona. Otro apasionado del ciclismo clásico y alma máter de esta cita.
Todo el recorrido atravesando Collserola fue increíble, ya que los sterrattos se combinaron con pendientes y bajadas más propias de una BTT, o en el mejor de los casos de una gravel o CX, que de bicicletas clásicas calzadas con tubulares de 20 mm.
Desarrollos de 52×42 de plato (Dani levaba un 44) y 5 piñones con un 28 de máximo, nos exigieron dar lo mejor de nosotros. Con estos desarrollos, entre «chepazo y chepazo», yo no podía dejar de pensar en que aquello que estaba yo sintiendo y viviendo en ese momento, era lo más próximo a lo que pasaron aquellos hombres que desde principios del SXX, con un tubular enlazado a la espalda, doblegaban colosos en Pirineos, Alpes o Dolomitas por pistas serpenteantes hasta cimas de ensueño, donde las carreteras inexistentes aun no habían hecho acto de presencia.
¡Sólo de recordarlo se me pone la piel de gallina!
En pleno siglo XXI, inmersos en la era del carbono, embriagado por esos pensamientos y preguntándome a dónde habían ido a parar esas sensaciones de aquel ciclismo de aventura de antaño… tampoco podía dejar de sentir como aquella vieja bicicleta de prestado, una Motobecane francesa, vibraba como si recordara viejas glorias vividas en carreteras francesas, quizás en rutas del propio Tour.
¿Es un ser inanimado una vieja bicicleta de acero? ¡¡¡No!!!
Aquella vieja bicicleta me hizo sentir un ciclismo diferente, donde la épica estaba en cada rincón de la carretera, en cada piedra o regero que cruzaban los sterrattos, en cada subida y en cada curva de vertiginosos descensos.
No completamos el recorrido muy a pesar nuestro (sigue virgen e inédito por si alguien quiere hacerlo suyo). Pero las sensaciones y emociones que me llevé, pese a sufrir un molesto dolor de muelas, son difíciles de describir.
Mi corazón ha quedado íntimamente ligado a aquella Motobecane de color rojo, un viejo hierro de #AceroDelBueno, y a un ciclismo del que no deberíamos olvidarnos, porque es en él donde se esconden muchas de las respuestas que dan sentido a nuestras modernas pedaladas de hoy y que en ningún manual de entrenamiento vamos a encontrar. Valores de esfuerzo, constancia, pasión, amor y compañerismo en torno de un sencillo “trasto” de acero… y que ahora es de un «novedoso» carbono.
¡Gracias Manolo por empujarme a disfrutar lo que vivimos! ¿Qué sería del ciclismo y del mundo sin locos como tu y como Miquel?
Experiencia 100×100 recomendable sólo apta para quien quiera hacer un ciclismo de emociones y de sensaciones.
¿Os animáis para el 2018 a probar y vivir sensaciones únicas a lomos de un “caballo de acero” (Cavall dAcer)”? Yo lo tengo claro… ¡si! Hay muchas propuestas de ciclismo clásico. Desempolva tu viejo “hierro” y siente el ciclismo desde el corazón.
Dale al me gusta, comparte y déjame tus comentarios, estaré encantado de responderlos.
NA Fotos propias, de la organización, de Ciclismo Ninja, Calvox y Artero
PD Miquel: la Cavall dAcer ha sido toda una experiencia avanzada en su tiempo. De cara al 2018 hay que pulir detalles (te lo digo por experiencia), pero nadie nace aprendido. Te ofrezco mi humilde experiencia y conocimiento para que el 2018 sea todo un éxito.
Emocionado, has captado mejor que nadie la esencia de estas pruebas. Uno de los mejores post que has escrito, sino para mi el mejor, y eso q tu web es de muy alto nivel, un abrazo y a por la 2018 que si la acabaremos. Prometido!!!
Gracias Manolo por tus palabras!!!