Sentir el trabajo de la tierra, sentir el trabajo de tus piernas, sentir el ciclismo. Sentimientos en la 24ª marcha cicloturista rutes de vi i cava 2015.

Sentimientos especiales

A veces una marcha cicloturista puede tener mucho más valor de lo que a simple vista pueda parecer, aunque ese valor sea sólo a nivel personal. Y no estoy hablando de un valor material, ni mucho menos, sino que me refiero a algo más sutil, sobre todo cuando hablamos de sentimientos recíprocos.

Alguno dirá “¿y éste de qué me está hablando?”, y es que cuando se habla de sentimientos puede ser complicado expresar con palabras esas sensaciones personales que, a veces, sólo uno las siente.

Toda marcha cicloturista en que has participado y te ha enganchado como para repetir, es que tiene algo especial. ¿Las razones? Pueden ser muchas y muy diversas: el recorrido, la organización, la bolsa con obsequios, etc… Cada uno sabe porque le engancha.

Pero hay marchas que te enganchan por cosas más sublimes. Este es el caso de la 24ª marcha cicloturista Rutes de Vi i Cava que se ha celebrado este pasado domingo en Vilafranca del Penedés. Una marcha que me ha hecho sentir sentimientos especiales.

El recorrido de la marcha cicloturista

Esta marcha cicloturista presentaba dos opciones de recorrido, siendo la diferencia entre ambos una pequeña vuelta que se hacía justo al final. A nivel de dificultades montañosas, para los que quieren datos más objetivos, presentaba el Alto de Font-Rubí, Alto de las Ventosses, Alt de la LLacuna y ya en el tramo final el Alto de Font-Rubí por la otra vertiente. Para los que optamos por la ruta larga, volvimos a subir de nuevo el Alto de Font-Rubí pero atacado desde otra carretera.

Datos para la ruta larga: 141 km y algo más de 2.000 m dpa.

Datos para la ruta corta: 115 km y algo más de 1.500 m dpa.

Cuando la tierra se une al ciclismo

De la edición del 2013 en la que participé, algunas cosas han cambiado con relación a la organización y al recorrido, detalles que han hecho que esta edición haya tenido un regusto especial.

Para mi el cicloturismo es compartir una ruta con amigos y aficionados a la bicicleta, sin agobios, sin ir a echar el higadillo a la mínima de cambio, aunque, apara ser sincero, haya algunas ocasiones en que me apetece hacerlo. Pero este no era el caso

El planteamiento de salida libre (entre 7:30 y 8:30) nos hizo salir a los 3 Velos que nos congregamos (Josep, Miguel y el que suscribe) a nuestro aire. Salir con la carretera por delante para ti sólo y sabiendo que tienes un recorrido perfectamente señalizado, con asistencia médica, apoyo de Mossos d’Escuadra y Protección Civil y con dos avituallamientos jalonando la ruta, es todo un lujo. Acumular kilómetros con tranquilidad, disfrutando de la compañía.

Pero el recorrido daba para mucho más. Huir de las carreteras principales, buscando en todo momento carreteras secundarias es un detallazo de esta marcha cicloturista. Pero además rizan el rizo buscando caminos rurales y vecinales perfectamente asfaltados. Recorrido que invita a tomárselo con calma. Saborear cada rincón del camino, disfrutar de esas imágenes que te brinda una comarca como es el Penedés.

En estos casos, sentir el viento en tu cara y disfrutar de la agradable caricia del sol de final de invierno, es algo único. Pero ir rodeado de viñedos, compartir el entorno con gentes que miman hasta el último detalle de una tierra mágica como la del Penedés, es algo especial.

Te miras las piernas, aun cubiertas por esa licra invernal, y notas que te impregnas de esa sabiduría. Sabes que igual que al agua cuando cae con mansedumbre cala en la tierra, estos kilómetros hechos con tranquilidad te calan en las piernas de forma única. No importa el tiempo, ni la marca. Sólo importa disfrutar al máximo, porque el sentimiento de libertad que te embarga te empuja a pedalear, y pedalera, y pedalear… Es el momento en el que la tierra y el ciclismo se unen, una simbiosis imposible de separar.

Con estas sensaciones no es de extrañar que no quieres que se acabe el día, deseas que se pare el tiempo, para seguir pedaleando entre un mar de viñas, hoy aun dormidas, pero antes de que nos demos cuenta, rebosantes de energía gracias a una trabajo concienzudo, a unos cuidados esmerados, a dejar acumular agua de forma tranquila, … pasos similares a los que seguimos en ciclismo.

Tierra y ciclismo, ciclismo y tierra… dos caras de la misma moneda.

Una marcha cicloturista plagada de estrenos

Por otro lado, esta marcha cicloturista ha estado plagada de datos e historias para recordar, no en balde ser la primera de la temporada ha de servir para algo. Y es que los estrenos han estado a la orden del día.

Por un lado nos ha servido a los tres Velos para abrir la temporada de marchas de carretera. Es el preludio de la que esperamos sea una gran temporada de marchas. Espero que al tridente que hemos conformado Josep, Miguel y yo se nos unan más compañeros del club. ¡Cuantos más seamos más reiremos!

En segundo lugar Josep ha estrenado bicicleta, consecuencia directa del atropello que sufrió hace unas semanas. La BH rojo pasión que calza el compañero espero que no sea una premonición de lo que nos hará sudar a lo largo del año. ¡A disfrutarla a tope!

Y por último, esta marcha cicloturista nos ha permitido estrenar nuestros dorsales del Reto 2015 kilómetros solidarios. Una iniciativa ilusionante a la que esperamos os unáis en breve.

Espero que os haya gustado esta crónica, aunque no haya entrado en detalles y me haya centrado en sensaciones. Si te apetece déjame tus comentarios.